jueves, 27 de diciembre de 2018

Revisión d'AÑOs.

Tenía las primeras palabras que iban a re-inaugurar mi blog, pero me encontré con borradores que se quedaron en la bandeja y sentimientos que nunca se publicaron, quizá les de una desempolvada a lo largo del año y podrán leerlos. 
Lo que vengo a publicar hoy más que un recuento anual, como los que solía publicar, es una pequeña redacción de sentires sin mirar mucho fotos o agendas.

21 de diciembre 2017, regresé a casa casi en contra de mi voluntad, pero acción necesaria para poder sanar, ya llevaba medio año sin poder dormir sin una luz encendida en la habitación y que hasta noviembre de 2018 podría volver a hacer. 
Las fiestas de ese año pasaron como cuando una espina del pescado se te va por descuido.
2018 llegó y no tenía planes concretos más que ir en febrero a Mexicali y graduarme; todo pendía de un hilo, pero improvisé a lo largo del camino con unos, ahora vistos, pequeños daños colaterales de por medio.  
Enero, lleno de festejos cumpleañeros, reencuentros y viajes, fue el mes que menos sufrí, porque todavía tenía planeado regresar a Mexicali y aún conservaba su calidez en mí.
Febrero, el mes en que más me emocioné auténticamente y que todavía soportaba los mensajes inesperados sin abrumación; reunión post-graduación donde no recuerdo sacarme ciertas fotos instantáneas, pero sí recuerdo el regaño de los papás, el camino a Ensenada en vivo y la cruda en el avistamiento de ballenas.
Marzo, de nuevos inicios: Pole Dance, encuentros que no van del todo bien y que sin embargo ocurren, visitas de y a primos.
Abril, comienzo de crisis existenciales que duran hasta principios de diciembre; desactivación temporal de FB, reingreso a idiomas, acreedora a Mérito Escolar.
Mayo, asistencia a la ceremonia por Mérito Escolar y días lindos en Mexicali, días intensos entrenando Pole.
Junio, accidente en la combi, dos semanas con collarín, concierto Halsey, viaje a USA y Canadá.
Julio, concierto Dua Lipa, 4th of July en Portland, llegada de Loki, examen IELTS, regreso a los días intensos de entrenar Pole.
Agosto, inicia con un viaje a CDMX, a ñoñear en el CILLT, se realizan encuentros un poco más agradables, una semana de vacaciones en Guadalajara, Pepe y Teo: La Experiencia con Meet & Great (regalo de cumpleaños), nuevas experiencias laborales: asesorías de inglés.
Septiembre, semana en Mexicali, semana de perdición, semana de "Amiga ya me di cuenta", semana de eludir, reconexión con amistades, fiestas inesperadas, ñoñeo en p'urhépecha.
Octubre, tardes de amistad, concierto de Shakira, paseos por la ciudad, semana cultural (FICM), fuertes desilusiones, el Halloween más amigable. 
Noviembre, encuentros no tan placenteros, de nuevo; descuidos, visión lejana de ansiedad constante en premier, Corona Capital, Congreso de San Jerónimo + FIL, tras un año y medio poder volver a dormir a oscuras. 
Diciembre, nuevas tradiciones semanales, salidas agradables, astros calmados, Chile en Morelia: auténtica felicidad durante dos días y comienzo de cierre de año, con una energía más relajada ante la vida y las personas (la mayoría del tiempo).

En pocas o muchas palabras así transcurrió mi año, en cuanto a sucesos relevantes. Sin embargo, la mayoría del tiempo mi salud mental estuvo fluctuando, la mayoría del tiempo los estados de ánimo fueron negativos, hubo mucha reclusión y generación de ansiedades e inseguridades.
Quizá podría haber evitado todo esto al conformarme y crear una nueva zona de confort, pero no lo hice, porque me gusta luchar por lo que necesito.
No plasmo esto para que  lo lean y "lo sientan", de nada me sirve que se compadezcan o exista empatía. La empatía es para los momentos en que se lucha, no cuando ya se perdió la batalla. 
Tampoco lo hago para que me crean la más fuerte y valiente por sobrevivir. Tal vez, lo hago para recordar que siempre existe forma de alcanzar la luz, de salir de la oscuridad. Aunque perdamos algo cuando nos encontramos dentro y, mientras no sea a nosotros mismos, el mundo puede seguir girando.

Por un 2019 afuera de las profundidades. ♡
Gracias por leer mis desvaríos.
Y gracias a las 2-3 personas que me soportaron durante todo el año, son lo máximo, no sé que haría sin uds. 

No hay comentarios.: