Dicen que no tienes que buscar para encontrar el amor o alguien que te mueva, solo tienes que seguir haciendo lo que te gusta y ahí le hallarás.
Hay personas que no sabes porqué se suben a tu tren y pasan años ahí con la mínima interacción, luego nada de interacción, después pueden pasar tres cosas: se van, se queda la mínima interacción o pasan al vagón de interacciones constantes, donde hay muchas variables.
Entró alguien a este vagón, empezamos a reaccionar en las publicaciones de la otra, intercambiar vínculos de páginas sobre temas que nos interesan y libros en formato PDF.
Después, en un abrir y cerrar de ojos, ya estábamos hablando todos los días, coqueteándonos, halagándonos, prometiendo ver o escuchar sobre tal o cual tema/artista/etcétera, abriendo nuestra alma a la otra.
No sé a dónde va esto, pero estoy segura de que hace mucho no me sentía tan viva, tan hermosa, tan querida, tan ansiosa, tan sana, tan empoderada, con tanto amor para mí y para otra persona.
Incluso con tantas ganas de inmortalizar esto a través de mi escritura.
Tengo tantos sentimientos y emociones en el cuerpo y todo esto se lo debo a ella, quien desactivó la función de vida en piloto.