Algunos domingos son rápidos como el abrir y cerrar de ojos.
Algunos domingos son lentos como la gota que cae del techo de mi cuarto.
Algunos domingos los siento de rutina:
despertar,
salir a caminar,
visitar el nicho de mi amigo,
regresar,
desayunar,
lavar ropa,
comer,
tomar una siesta,
recoger la ropa y acomodarla,
hacer mi rutina de skincare,
Algunos domingos son lentos como la gota que cae del techo de mi cuarto.
Algunos domingos los siento de rutina:
despertar,
salir a caminar,
visitar el nicho de mi amigo,
regresar,
desayunar,
lavar ropa,
comer,
tomar una siesta,
recoger la ropa y acomodarla,
hacer mi rutina de skincare,
dormir.
Algunos domingos despierto y me leo un libro en la cama hasta que me rugen las tripas.
Algunos domingos paso el día con mi familia elegida.
Algunos domingos paso el día con mi familia biológica.
Algunos domingos no los recuerdo.
Algunos domingos paso el día con mi familia elegida.
Algunos domingos paso el día con mi familia biológica.
Algunos domingos no los recuerdo.
Algunos domingos trabajo.
Algunos domingos ordeno mi vida.
Algunos domingos recuerdo que me gusta ir al cine.
Algunos domingos recuerdo que sé escribir.
Algunos domingos no son domingo.
Algunos domingos no recuerdo quién soy.
Algunos domingos no tengo ganas de existir.
Algunos domingos no quisiera levantarme de mi cama, pero todos los domingos me levanto.
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