domingo, 28 de junio de 2020

El orgullo de ser yo misme

Ayer viendo la Marcha Digital de CDMX - la cuadragésima segunda - sentí mucha tristeza, nostalgia y melancolía, porque desde la primera marcha a la que asistí en mi natal Morelia - en 2010 o 2011 - no volví a asistir hasta el año pasado a la de CDMX y a la de Morelia, porque me volví a sentir yo, un poco fragmentade, sí, pero estaba recuperando mi fuerza y ese no querer esconderme de nada ni nadie. 
Lamentablemente, llegó el COVID y entre tareas y tesis, me encerré en mí para protegerme de las hostilidades familiares, específicamente una, la de mi progenitora (por miles de cosas, pero específicamente una).

Paréntesis explicativo: 
Ella me sacó del clóset a los 18-19 cuando encontró conversaciones con mi mejor amigo de la secundaria hablando de mi ex novia con la que anduve mis dos últimos años de la preparatoria. Me dijo que nunca iba a ser feliz ni ser alguien en la vida al ser lesbiana - porque estigmas de drogas, promiscuidad y prostitución - y que me iba a hacer tests para ver si tenía testosterona demás en mí (o esas cosas biológicas que luego sacan de argumentos las personas), esas palabras me marcaron mucho, yo sabía en el fondo que no era verdad y luché contra otras situaciones que me pasaron en ese entonces para sacar mi carrera y soprendentemente hasta salí con Mérito Escolar. 
Recientemente había estado aventando la bolita de no ser ni niña ni niño y sólo recibía mofas y comentarios como "no sabes lo que dices", tan no sé lo que digo que en mi tesis abordo esto - y recientemente recibí muchos comentarios alentadores de mis lectorxs y de mi director de tesis -.

El único espacio seguro que he tenido durante todos estos años han sido mis amistades y mi hermana, a ella no le he tenido que andar explicando cosas, lo ve, lo asimila y me acepta. Con mis amistades ha sido un poco diferente, pues he transitado por muchas etiquetas:  bisexual, lesbiana, pansexual/demisexual, esto en cuanto a sexualidad, pero en identidad de género nunca me había cuestionado, pero sabía que cis no podía ser. Ya que mi energía, ahora lo sé, fluye entre masculino y femenino, mayoritariamente masculino - yo lo atribuyo a mi voz, a mi vello corporal, a mi signo solar, pero esto solo es justificar y no cuestionar -, pero en este fluir está mi neutralidad - como en otros aspectos que luego escribiré sobre esto - y ahí es donde me he encontrado más segure, más confiade, más libre. 

Hoy asistí a un conversatorio con gente trans y queer/ disidente siendo la pregunta a discutir: ¿Qué significa el orgullo para mí? ¿Cómo lo vivo ahorita?
Yo contesté un poco con lo que ya redacté previamente y más que enfocarme en lo que dije palabra por palabra, ya llegando a este punto mi respuesta es:
El orgullo, hablando de la marcha, significa un lugar de reencuentro con aquellas personas con las que no convivo el día a día - y debería, pero mis ocupaciones/privilegios/prioridades me nublan y prefiero luchar internamente conmigo misme todos los días que luchar con lo que me rodea - y me llenan de energía y seguridad; a pesar de no hablar o no saber de nuestras vidas profundamente hay algo ahí que nos une: la resistencia a través de la existencia. Y también, es libertad, libertad de usar la ropa que quiera, el maquillaje o no, el pelo o no, la libertad de expresarme y ser yo sin miedo.
Este año, el orgullo fue reflexionar y, por primera vez, hablar de mis experiencias, mis dolores, mis corajes sin miedo, sentir que no robo foco a nadie, que lo merezco y son válidos todos mis sentires y contradicciones.
Sí, viví el orgullo 2020 en tristeza, melancolía y nostalgia, pero también en reflexión, coraje, valentía. 
Me abrazo a mí misme y me pido perdón por fragmentar algo tan colorido en mi vida y algo por lo que vale la pena luchar: el derecho de ser yo misme.
Una persona no binaria - de género fluido-, pansexual/demisexual que le encanta leer y el conocimiento; apasionade por la lingüística, la filosofía, la literatura, la astrología/lo esotérico. 

Y es algo que quería se quedara registrado aquí.
Gracias a quien llegó a leer hasta aquí. 

miércoles, 24 de junio de 2020

Fragmentos y segmentos

Me he fragmentado tanto que cada vez que se me cae un pedazo y me agacho a recogerlo otro cae
Me he fragmentado tanto que ya no sé si lo que siento es el máximo dolor que puedo sentir o todavía soporto más
Me he fragmentado tanto que no soy un sentir homogéneo, sino plétora de sentires
Me he fragmentado tanto que olvido todas las versiones que fui, soy y seré

Todas mis segmentaciones me han llevado a abandonarme
Todas mis segmentaciones me han llevado a los abismos más oscuros y profundos
Todas mis segmentaciones me han salvado de dichos abismos, regresándome a una vida zombificada
Todas mis segmentaciones cargan inseguridades, pasiones, sabiduría, vicios, convicciones, miedos

He hecho consciente todas estas cosas para abrazarme, quererme y cuidarme
Dudo que ahora que me siento plene y sin dolor quisiera regresar a la aflicción, por lo menos no ahora
Me fortaleceré para cuando vuelva a la destrucción no tarde otros seis años en salir
Y empezaré a reenviar todas las cadenas de Hotmail y WhatsApp pendientes, seguro así los años en recuperación disminuyen.




miércoles, 17 de junio de 2020

La seducción involuntaria

Te guardo como me guardo tantas cosas
Guardo tu sonrojes 
El cansancio vital que reflejas últimamente,
que dices tú es hartazgo vital

Tus dedos entre mis piernas o entre mis dientes, recorriendo mi disfraz
Las palabras que emanan de tus labios,
Desconcentrando o prolongando el placer 

Conservo tu energía que me vitaliza
Y a la vez me tranquiliza
Aunque sigo sin fragmentarme 
Por no querer enfrentarme 

Te escondo y me escondes
O será que eso creemos 
O eso creamos
Un escondite donde nos guardamos 

Un escondite donde estoy segure
Donde ando como pez 
Un escondite que necesitaba 
Donde leemos 
Donde te leo o intento leerte,
sin leerme a mí cual tabula rasa 
(Debería aprender braille)

Quisiera quedarme ahí por siempre 
Sabemos que es mejor 
que me quede conmigo 
Y contigo, a ratos 

Me quedo con tu sonrisa a oscuras
Y tu piel marfil cubierta con la sábana 
Pero sobre todo con tu sabor:
whisky diluido en semen o semen diluido en whisky 

¿Qué eres y qué serás?
¿Acaso solo un seductor involuntario o un amante infinito? 
Lo que quieras, lo acepto. 

domingo, 7 de junio de 2020

Recordándome: Cuando intenté poner mis límites.

Es tan difícil lidiar con gente que no te deja crecer, que oye pero no escucha. Me agota, me desequilibra. Sé que no todos somos iguales porque somos un mundo, sin embargo, creo que he permitido muchas cosas, lo que me ha llevado a relaciones destructivas.
Una cosa es ser yo como persona y otra como estudiante, no puedo homogeneizarme.
Soy un ser pensante.

Muchos creen que ser un libro abierto es malo, probablemente lo sea, pero para mantener una mente sana es necesario, al menos en mi caso.
Me encanta escribir para desahogarme, es la manera en que siempre lo he hecho.
Hablar, no me gusta hablar si no sé lo que voy a decir. Y creo que también ese es otro conflicto, pero es parte de mi personalidad.
Me estresa hablar con gente que no escucha, que solamente está ahí juzgando o está a la defensiva o no tiene prudencia.

Me bloqueo ante ciertas situaciones, más si hay comparaciones de por medio.
Estoy abierta al dialogo, siempre y cuando haya una adaptación recíproca.

No pido nada que yo no pueda hacer.
Yo puedo hacer muchas cosas, quiero hacer muchas cosas. Pero todo requiere tiempo.

¿Para efectos prácticos hay que hacer las cosas fáciles?
#NoLoApruebo
Si se hacen las cosas, que se hagan bien o mejor que no se hagan.
Aunque hay cosas en las que podemos ser más flexibles con esta regla.

No te metas en mi vida, si necesito de tu ayuda lo diré, mientras mantente al margen.

Escrito el 21 de septiembre de 2015.

Nota: al ser algo que escribí hace 5 años, decidí dejar los morfemas de género en femenino.

Destapando mis heridas: del control que quería, pero no tenía ni tendría.

Cuando tenía 16 y me enamoré profundamente de Atsuko creía que podríamos ser como personajes de series y predecir nuestros sentimientos y acciones – algo bastante controlador, sí puedo decirlo ahora –, pero yo necesitaba ese control.
En ese entonces ya llevaba cuatro años en un pozo de abuso del cual no sabía cómo salir, por lo tanto no tenía el control y necesitaba ese control en otro lado. 
Creo que la herí bastante por estar en un mundo de fantasía o, más bien, ocultando y reprimiendo esa otra parte de mi vida. Y continué haciéndolo con otras personas sin saberlo conscientemente, hasta que lo supe. 
Quiero pedirle perdón – al escribirlo creo que lo hago – y agradecerle haber estado conmigo el tiempo que estuvo.
No merecía ese amor vacío que le di, ese amor roto y descosido y me soportó hasta que ya no pudo más; nunca pude decirle lo que pasaba, porque ni yo lo sabía. Ahora que lo sé lo escribo y sano.
Escribo y sano por mí; por mi yo que no tenía idea de qué estaba pasando. 

Doppelgänger: El regreso

– Oh, mi niñe tú nunca aprendes – me dijo mientras preparaba dos vasos con whisky.
– ¿Qué debería aprender? ¿A enamorarme? Si de por sí todo sale mal, imagínate añadiéndole amor... – contesté mientras prendía un cigarro, supuestamente había dejado de fumar, pero es lo único que me mantiene alineade a mis creencias. – Además, no por culpar a alguien, pero admitan que es parte de su plan maestro.
– Bueno... – contestó una voz a la lejanía –. Jezbeth, elle tiene razón. Le hemos echo pasar por todos esos malestares y para qué. Los instantes de felicidad no serán nada en comparación con todo el dolor y angustia.

Jezbeth termina de preparar los vasos, me pasa uno a mí y el otro se lo queda. Naamah se sienta sobre mis piernas y se sostiene con sus brazos rodeándome el cuello.

– ¿Para qué? Justo para que pueda ser capaz de vivir sin ninguno de nosotros - contesta Jezbeth.
– Nosotras, ustedes son menos - le corrige Naamah. 
– Sí, nosotras - corrige Jezbeth mientras toma un sorbo. 

Afuera comienza a llover y no puedo evitar recordar a Ame y a Sheol, quienes me cuidaron y me protegieron durante tantos años. ¿Dónde están cuando más las necesito? ¿De verdad las necesito? Jezbeth se me queda viendo fijamente, creo que sabe lo que estoy pensando.

– No te preocupes, aparecerán eventualmente.
– Sé que lo harán, creo que Sheol estuvo hoy, fue por la bicicleta. Sé que puedo vivir sin ustedes, lo he hecho un par de años. Los más difíciles... – me tiembla la voz, para recuperarme tomo un trago de whisky o más bien un fondo – La cosa es que no quiero que algún día no pueda acudir a ustedes y me pierda totalmente. Ya ven cómo estoy. 

– Y estamos orgullosas de tus logros - dice Naamah mientras me besa la frente. Se me resbala una lágrima por la mejilla. – Sé que esas palabras quieres escucharlas emanar de otros labios.
– No solo esas, también “Te perdono” o “perdóname” – pero es más lágrima de felicidad y lo saben, pienso. – Me encantaría presentarles a mis nuevos amigos - cambio de tema mientras le doy un par de caladas a mi cigarro.
– Vemos - contestaron al unísono, yo solo reí. 

– Me da gusto que hayan regresado - les digo mientras termino de fumarme mi cigarro y lo apago en mi lengua -. Había olvidado qué bien se sentía eso. 
– Nos alegra volver a estar contigo, queride - responde Naamah mientras me da un beso y se pone de pie, me estira su mano y yo la tomo. Me levanta y nos ponemos a bailar, abrazades. 
Ditto – contesta Jezbeth, mientras me abraza  por detrás siguiendo el baile de Naamah. 
– ¡Qué linda velada! Ya quiero que lleguen los demás – exclamo mientras sonrío y comienzo a sentir un calor familiar recorriendo mi cuerpo.

viernes, 5 de junio de 2020

Ser comunidad con el dolor

La mitad de mi vida llevo cargando este dolor, que podría decir es esencia inherente, sacándolo de maneras autodestructivas. Muchos dicen que lo hago por moda, otros por atención, otros tantos por presión social. Quizá todxs tienen razón de cierta manera o ninguno la tenga.
Todo este dolor me nubla el raciocinio, así que no se sorprendan cuando lean incoherencias en mi escribir. 
Unos días quiero morir, pero no me atrevo a hacer nada para conseguirlo; otros tantos me siento le más poderose e invencible en toda la galaxia, multiversos y dimensiones habidas y por haber. 
Es un luchar o dejarse llevar por el dolor y el miedo. 
Mirar al abismo y no saber qué te mirará: el miedo, el dolor, la alegría, la tranquilidad, la paz, el amor. 
No quiero perder, pero hay días que tampoco quiero seguir. La mayoría los enmascaro tratando de construir algo, que al final no sé qué será. 
Juego con el dolor y el dolor juega conmigo, en un automovimiento ad infinitum

~PriixNeshw;!*

Recordándome: Pensamientos Morelianos

Lo único que busco o espero encontrar en mi recorrido por la vida es gente que no me juzgue, que se atreva a conocerme y no le de miedo seguir conmigo...

Esta frase la escribí un 2 de julio de 2015, 1 año y 3 meses después de la última vez que fui abusade, mis raíces magenta se volvieron negras y desde el 16 de septiembre de 2014 no ha habido color completo en mí, ha habido destellos.

El abismo al cual caí ha sido insoportable. 

Cómo puedo pedir que a alguien no le miedo de seguir conmigo si ni yo quiero seguir conmigo.

Lo único que quiero es que este dolor acabe y todo eso que dije en ese entonces sería un plus.

No sé vivir sin dolor, pero tampoco puedo vivir con tanto.